Técnicas de serenidad emocional

Si vivimos el presente, nos permite estar en lo que tenemos que estar. Lo único que tú puedes solucionar ahora es lo que está ocurriendo en este momento.

Estos son los 9 consejos de la psicóloga Patricia Ramírez para aprender a mantener la calma y la serenidad en momentos delicados.

Y para ti, ¿cuál sería el décimo? Noticia Para Todos La 2. Para Todos La 2 - 9 consejos para mantener la serenidad en momentos delicados. Empezar por los cimientos de la psicología: dormir, ejercicios y alimentos saludables Los cimientos son aquello que regula nuestros neurotransmisores: dormir y descansar, comer de forma saludable, hacer ejercicio y tener una vida en la que nuestros pensamientos estén distanciados de nosotros cuando son preocupaciones inútiles.

Meditar La meditación y las técnicas de relajación muscular nos ayudan a mantener nuestra mente en calma en el momento en el que tenemos la sensación de que todo se revoluciona. Desatender lo que no depende de ti Tenemos un tráfico de miles de pensamientos durante el día, muchas de esas preocupaciones no las podemos resolver por nosotros mismos pero aún así nos quitan la energía porque les prestamos atención.

Lo controlable bajo control Ante cualquier situación de crisis, de incertidumbre o cuando la vida se tambalea, todo aquello que tú puedes hacer, tienes que hacerlo. No a la multitarea En un momento de crisis también queremos llevar todo para delante porque nos da la sensación de que nos estamos ocupando de las cosas que nos preocupan.

Orden basado en rutinas que nos den seguridad Igual que ocurrió durante la pandemia que tuvimos que cambiar nuestro estilo de vida, intentar mantener las rutinas que nos dan seguridad con los horarios, con las fechas o con nuestros hábitos de vida saludable, nos va a dar paz y tranquilidad.

No desear controlar la incertidumbre La incertidumbre no se puede controlar y cuando tratas de hacerlo inviertes energía, esfuerzo y emociones en el lugar equivocado. Placer anticipatorio Se trata de visualizar e intentar anticipar todo aquello que puede salir bien porque así nuestro cerebro se enfoca en la parte positiva de una crisis.

Vivir el momento presente Si vivimos el presente, nos permite estar en lo que tenemos que estar. Facebook Twitter WhatsApp Copiar Enlace Guardar en Mis Listas Enviar e-mail. Es noticia: Elecciones en Rusia Baja médica trabajadores Volta a Catalunya Guerra Israel en Gaza Primavera La Promesa avance Temas Últimas noticias.

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Los hábitos perjudiciales refuerzan emociones larvadas como la ansiedad o la depresión. En cambio, los hábitos saludables apoyan un estado de ánimo sereno y positivo. Por lo tanto, en la medida en que nuestro estilo de vida depende de nosotros, es nuestra responsabilidad mejorarlo si queremos vivir sanos y felices.

Lo ha reconocido recientemente la Organización Mundial de la Salud al sostener que «la medicina del estilo de vida» puede prevenir o sustituir los hábitos perjudiciales por otros saludables como la alimentación sana, el ejercicio físico, las relaciones sociales de mutuo apoyo, dormir adecuadamente o gestionar eficazmente las emociones.

Meditar ayuda a serenar las emociones. Descubre más en el curso online 21 meditaciones para la calma de Escuela Cuerpomente. Una vida demasiado acelerada, repleta de actividades y demasiado competitiva, puede generar una experiencia vital vacía.

Si olvidamos que estamos aquí y ahora, y rellenamos nuestro tiempo con pensamientos y acciones que obedecen a otros intereses más que a los nuestros, corremos el peligro de convertirnos en autómatas.

Nos perdemos nuestra propia vida, obviamos la conexión con nosotros mismos. Cuando estamos tan desconectados de nuestra esencia, lo más normal es que experimentemos ansiedad y más adelante otras enfermedades.

Pero siempre tenemos la capacidad de acceder a nuestro ser, a nuestro interior, para poder llevar una vida saludable, equilibrada y plena, que favorezca la creatividad, el aprendizaje y el crecimiento personal continuo. Los siguientes 10 consejos te ayudarán a experimentar la tranquilidad.

Planifica en tu agenda un tiempo y un espacio sagrados para ti, para meditar, hacer ejercicio, yoga, Pilates, running, simples estiramientos, saltar a la comba o tejer. Puede ser cualquier actividad que implique a tu cuerpo y a tu mente y que te haga sentir en calma.

Lo importante es que respetes esa pausa, entendiendo que se trata de oro para tu salud y bienestar. Enfócate en la acción en sí misma y desapégate del resultado.

El simple hecho de sentir la respiración y las sensaciones corporales, dejando ir los pensamientos, nos traslada al momento presente. Toma el lápiz y escribe todo lo que puedas como respuesta a la pregunta «¿quién soy yo? Las personas no nos conocemos bien, pero el autoconocimiento no es algo con lo que se nace o que se encuentra por casualidad, es algo que uno busca y crea.

Puedes formularte las siguientes preguntas:. Las respuestas a estas preguntas ayudan a replantearse la vida de manera positiva en función de objetivos alcanzables a corto, medio y largo plazo. Entrena tu mente para experimentar la libertad, para no ser esclavo de tus pasiones y emociones. Para recibir todos los beneficios de la meditación, es muy importante generar una rutina: cada día a la misma hora.

A medida que aprendes, la mente te va pidiendo que dediques más tiempo a la meditación. Esto se ve recompensado, pues la capacidad de estar presente en el aquí y ahora se ve muy aumentada, comienzas a vivir en «modo mindfulness» y disfrutas profundamente de los regalos que te ofrece la vida en cada momento.

Me gustaría destacar la importancia que tiene el contacto con todo lo natural cuando hablamos de ganar serenidad y regular las emociones. La sensación de disfrute de todo lo que la naturaleza puede ofrecer es verdaderamente inigualable.

Goza, siente, vive tus paseos por el campo, jardines o parques como verdaderos bálsamos que te aportan calma, alegría y bienestar. No todos los sentimientos son sencillos y positivos. Hay que reconocer que las emociones complejas son normales.

El problema reside en esconderlas o rechazarlas por creer que no son buenas o apropiadas. Así solo se hacen más grandes. Para reconocer y validar las emociones has de abrirte a ellas y sentirlas en el cuerpo.

Por ejemplo, cuando estoy enfadada, puedo sentir un nudo en la boca del estómago, pero si soy capaz de concentrarme en la sensación física, observo cómo la ira disminuye. O cuando me siento triste, noto una sensación como si mi corazón estuviera apagado o doblado; si detecto y observo esa sensación corporal, en unos minutos la tristeza se ha hecho más leve.

Esta forma de trabajar con las emociones es verdaderamente eficaz y se puede aprender con la práctica de mindfulness. En muchas personas la voz de la autocrítica es tan potente que puede convertirse en un verdadero verdugo interior. La práctica de la autocompasión, que nada tiene que ver con sentir pena o lástima hacia uno mismo, sino empatía y comprensión, es el método más eficaz para los problemas de autoestima y seguridad.

Cada mañana puedes poner las manos sobre tu corazón y dedicarte unas frases como: «soy feliz, me quiero, me cuido y tengo salud». O bien puedes conectar con tu niño interior, que en este momento puede sentirse vulnerable, y desde tu yo adulto abrazarle sinceramente. Cultivar este tipo de actitudes y sentimientos en tu corazón es una medicina sanadora.

Como dicen los budistas, «si quieres ser feliz practica la compasión, y si quieres que otros sean felices, practica la compasión». Ponerse en la piel de los demás cambia el cerebro y el cuerpo entero se beneficia. La compasión puede regir nuestras relaciones con los demás y podemos cultivarla recitando mentalmente, con actitud sincera, dos o tres frases compasivas.

Puedes hacerlo al levantarte, al acostarte o durante una pausa en tus tareas: «deseo que los demás sean felices», «deseo que todas las personas estén libres de sufrimiento y enfermedades».

Escuchar de manera consciente a los demás forma parte de la actitud compasiva: ¿puedes escuchar sin interrupciones y sin pensar en lo que le vas a responder?

La energía que se genera al agradecer es inigualable para sembrar el bienestar y la paz.

Lo controlable bajo control No a la multitarea Orden basado en rutinas que nos den seguridad

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Técnicas de serenidad emocional - Desatender lo que no depende de ti Lo controlable bajo control No a la multitarea Orden basado en rutinas que nos den seguridad

Nos perdemos nuestra propia vida, obviamos la conexión con nosotros mismos. Cuando estamos tan desconectados de nuestra esencia, lo más normal es que experimentemos ansiedad y más adelante otras enfermedades. Pero siempre tenemos la capacidad de acceder a nuestro ser, a nuestro interior, para poder llevar una vida saludable, equilibrada y plena, que favorezca la creatividad, el aprendizaje y el crecimiento personal continuo.

Los siguientes 10 consejos te ayudarán a experimentar la tranquilidad. Planifica en tu agenda un tiempo y un espacio sagrados para ti, para meditar, hacer ejercicio, yoga, Pilates, running, simples estiramientos, saltar a la comba o tejer.

Puede ser cualquier actividad que implique a tu cuerpo y a tu mente y que te haga sentir en calma. Lo importante es que respetes esa pausa, entendiendo que se trata de oro para tu salud y bienestar. Enfócate en la acción en sí misma y desapégate del resultado. El simple hecho de sentir la respiración y las sensaciones corporales, dejando ir los pensamientos, nos traslada al momento presente.

Toma el lápiz y escribe todo lo que puedas como respuesta a la pregunta «¿quién soy yo? Las personas no nos conocemos bien, pero el autoconocimiento no es algo con lo que se nace o que se encuentra por casualidad, es algo que uno busca y crea. Puedes formularte las siguientes preguntas:. Las respuestas a estas preguntas ayudan a replantearse la vida de manera positiva en función de objetivos alcanzables a corto, medio y largo plazo.

Entrena tu mente para experimentar la libertad, para no ser esclavo de tus pasiones y emociones. Para recibir todos los beneficios de la meditación, es muy importante generar una rutina: cada día a la misma hora.

A medida que aprendes, la mente te va pidiendo que dediques más tiempo a la meditación. Esto se ve recompensado, pues la capacidad de estar presente en el aquí y ahora se ve muy aumentada, comienzas a vivir en «modo mindfulness» y disfrutas profundamente de los regalos que te ofrece la vida en cada momento.

Me gustaría destacar la importancia que tiene el contacto con todo lo natural cuando hablamos de ganar serenidad y regular las emociones. La sensación de disfrute de todo lo que la naturaleza puede ofrecer es verdaderamente inigualable. Goza, siente, vive tus paseos por el campo, jardines o parques como verdaderos bálsamos que te aportan calma, alegría y bienestar.

No todos los sentimientos son sencillos y positivos. Hay que reconocer que las emociones complejas son normales. El problema reside en esconderlas o rechazarlas por creer que no son buenas o apropiadas.

Así solo se hacen más grandes. Para reconocer y validar las emociones has de abrirte a ellas y sentirlas en el cuerpo.

Por ejemplo, cuando estoy enfadada, puedo sentir un nudo en la boca del estómago, pero si soy capaz de concentrarme en la sensación física, observo cómo la ira disminuye. O cuando me siento triste, noto una sensación como si mi corazón estuviera apagado o doblado; si detecto y observo esa sensación corporal, en unos minutos la tristeza se ha hecho más leve.

Esta forma de trabajar con las emociones es verdaderamente eficaz y se puede aprender con la práctica de mindfulness. En muchas personas la voz de la autocrítica es tan potente que puede convertirse en un verdadero verdugo interior.

La práctica de la autocompasión, que nada tiene que ver con sentir pena o lástima hacia uno mismo, sino empatía y comprensión, es el método más eficaz para los problemas de autoestima y seguridad. Cada mañana puedes poner las manos sobre tu corazón y dedicarte unas frases como: «soy feliz, me quiero, me cuido y tengo salud».

O bien puedes conectar con tu niño interior, que en este momento puede sentirse vulnerable, y desde tu yo adulto abrazarle sinceramente. Cultivar este tipo de actitudes y sentimientos en tu corazón es una medicina sanadora.

Como dicen los budistas, «si quieres ser feliz practica la compasión, y si quieres que otros sean felices, practica la compasión». Ponerse en la piel de los demás cambia el cerebro y el cuerpo entero se beneficia. La compasión puede regir nuestras relaciones con los demás y podemos cultivarla recitando mentalmente, con actitud sincera, dos o tres frases compasivas.

Puedes hacerlo al levantarte, al acostarte o durante una pausa en tus tareas: «deseo que los demás sean felices», «deseo que todas las personas estén libres de sufrimiento y enfermedades». Escuchar de manera consciente a los demás forma parte de la actitud compasiva: ¿puedes escuchar sin interrupciones y sin pensar en lo que le vas a responder?

La energía que se genera al agradecer es inigualable para sembrar el bienestar y la paz. Basta con coger un cuaderno y escribir cada noche tres agradecimientos que nos hagan conectar con nuestro presente y con los dones que cada día nos depara la vida.

A mí, por ejemplo, me encanta agradecer las frases amables y amorosas que me dirige mi hija adolescente, las sensaciones de conexión con todo mi entorno que experimento al pasear o la comida que tengo en el plato cada día. Puedes practicarla al menos dos o tres veces al día y consiste en poner los cinco sentidos en el acto de alimentarte.

Observa los colores y formas de la comida que tienes en el plato, identifica cada sabor, cada matiz, cada aroma y las texturas cuando masticas.

Observa las emociones que surgen. Así la comida se experimenta como un momento de atención plena. Esta práctica te enseñará a comer sin prisas y te ayudará a elegir alimentos saludables. Un estilo de vida calmado se completa con un descanso y un sueño de calidad.

Igual que ocurrió durante la pandemia que tuvimos que cambiar nuestro estilo de vida, intentar mantener las rutinas que nos dan seguridad con los horarios, con las fechas o con nuestros hábitos de vida saludable, nos va a dar paz y tranquilidad.

La incertidumbre no se puede controlar y cuando tratas de hacerlo inviertes energía, esfuerzo y emociones en el lugar equivocado. Se trata de visualizar e intentar anticipar todo aquello que puede salir bien porque así nuestro cerebro se enfoca en la parte positiva de una crisis.

Si vivimos el presente, nos permite estar en lo que tenemos que estar. Lo único que tú puedes solucionar ahora es lo que está ocurriendo en este momento. Estos son los 9 consejos de la psicóloga Patricia Ramírez para aprender a mantener la calma y la serenidad en momentos delicados.

Y para ti, ¿cuál sería el décimo? Noticia Para Todos La 2. Para Todos La 2 - 9 consejos para mantener la serenidad en momentos delicados. Empezar por los cimientos de la psicología: dormir, ejercicios y alimentos saludables Los cimientos son aquello que regula nuestros neurotransmisores: dormir y descansar, comer de forma saludable, hacer ejercicio y tener una vida en la que nuestros pensamientos estén distanciados de nosotros cuando son preocupaciones inútiles.

Meditar La meditación y las técnicas de relajación muscular nos ayudan a mantener nuestra mente en calma en el momento en el que tenemos la sensación de que todo se revoluciona. Desatender lo que no depende de ti Tenemos un tráfico de miles de pensamientos durante el día, muchas de esas preocupaciones no las podemos resolver por nosotros mismos pero aún así nos quitan la energía porque les prestamos atención.

Lo controlable bajo control Ante cualquier situación de crisis, de incertidumbre o cuando la vida se tambalea, todo aquello que tú puedes hacer, tienes que hacerlo. No a la multitarea En un momento de crisis también queremos llevar todo para delante porque nos da la sensación de que nos estamos ocupando de las cosas que nos preocupan.

Orden basado en rutinas que nos den seguridad Igual que ocurrió durante la pandemia que tuvimos que cambiar nuestro estilo de vida, intentar mantener las rutinas que nos dan seguridad con los horarios, con las fechas o con nuestros hábitos de vida saludable, nos va a dar paz y tranquilidad.

No desear controlar la incertidumbre La incertidumbre no se puede controlar y cuando tratas de hacerlo inviertes energía, esfuerzo y emociones en el lugar equivocado. Placer anticipatorio Se trata de visualizar e intentar anticipar todo aquello que puede salir bien porque así nuestro cerebro se enfoca en la parte positiva de una crisis.

Vivir el momento presente Si vivimos el presente, nos permite estar en lo que tenemos que estar.

Cómo practicar la serenidad y ganar bienestar La meditación te enseña aerenidad Técnicas de serenidad emocional la Técnicas de serenidad emocional en circunstancias difíciles xerenidad te aporta la claridad Entrada con posibilidad de ganar necesitas para emocuonal. Técnicas de serenidad emocional indispensables para que el cerebro y el Regalos exclusivos virtuales entero se regeneren y su equilibrio se refuerce. Para aquellas personas que para mantener la calma necesitan asaltar el frigorífico, se recomienda el consumo de chicles sin azúcar que les ayude a disminuir los niveles de estrés y los nervios. Tómate tu tiempo para saberlo y cuando seas consciente de qué es lo que mejor te funciona, solo tendrás que visualizarlo en tus momentos de tensión. Manejarla puede entrenarse gracias a técnicas ancestrales como la meditación.

Técnicas de serenidad emocional - Desatender lo que no depende de ti Lo controlable bajo control No a la multitarea Orden basado en rutinas que nos den seguridad

Los pensamientos que provocan ansiedad o enfado no son en sí mismos el problema sino el crédito que le damos. Le recordé la respuesta de Lama Gangchen Rimpoche un lama médico tibetano al que tuve la suerte de conocer cuando le pregunté si nunca se enfadaba.

Se rio y dijo: " Sí, solo que ya no me importa". El apego a la lucha. Un día, cuando Juan fue adquiriendo serenidad, uno de sus colaboradores le dijo "dile a tu psicóloga que te de armas para luchar". Se sorprendió, porque estaba acercándose a sus metas más que nunca.

Entendió que, en un mundo acelerado como este, algunos percibían su serenidad como inactividad o debilidad. La serenidad es, al fin, la aceptación sin resignación, el desapego sin frialdad, la reflexión con acción, del desorden al propósito. Como reza en la oración de la serenidad atribuida a Francisco de Asís: "Dios mío, concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, el valor para cambiar las cosas que puedo cambiar y la sabiduría para conocer la diferencia".

Sí, pero posible y el destino vale la pena. Para alcanzar la serenidad, en nuestro día a día solo tenemos una opción: practicarla. Estos son algunos de sus ingredientes:. Principio de realidad.

Tener los pies en la tierra para adquirir perspectiva. Ponte en estos tres escenarios: "la peor opción, la mejor y la más probable". Y actúa desde este último. Asumir la incertidumbre y hacerse siempre la pregunta: ¿está en mi mano cambiar esto?

Si la respuesta es no, siempre puedes cambiar tu forma de reaccionar. Ésta también se entrena, afrontando cada día pequeños retos o actividades que nos dan miedo para estar así preparados para cuando lleguen los grandes desafíos.

La frustración es parte del camino. Manejarla puede entrenarse gracias a técnicas ancestrales como la meditación. Inteligencia emocional. Las emociones son sensores que indican donde estamos en nuestro interior. Pon nombre al menos a las básicas: enfado, miedo, tristeza o alegría en todas sus versiones.

Inteligencia social. La serenidad requiere flexibilidad y, para ello, es importante saber ponerse en los zapatos del otro y desarrollar empatía. El mejor entrenamiento, la escucha. Entre el trabajo, el ocio y el descanso.

No siempre es posible, pero ha de ser el marco de referencia. Isabel Serrano-Rosa es psicóloga y directora de EnPositivoSí. Conforme a los criterios de The Trust Project. El director de El Mundo selecciona las noticias de mayor interés para ti. ISABEL SERRANO-ROSA.

Actualizado Jueves, 26 enero - Compartir en Facebook Compartir en Twitter Enviar por email Ver 2 comentarios. Serenidad Es la Estrella Polar que indica la dirección adecuada , sobre todo, cuando arrecian las tormentas de la vida, ya sean internas o externas.

Trampas psicológicas La serenidad es siempre el rayo de luz que indica que se acerca la senda de la recuperación , pero antes nos vamos a encontrar con algunas piedras en el camino, en forma de trampas psicológicas o resistencias al cambio. Las de Juan fueron estas: La ilusión de control.

Cómo recuperar la serenidad Desplegable I. Estos son algunos de sus ingredientes: Principio de realidad. Cabalgata La segunda gran noche de Beltrán Iraburu, el Rey Gaspar de Madrid: "He dicho 'no' a participar en realities".

Sin una rutina básica, todo se siente desordenado. No hace falta que elabores un plan hiperdetallado, pero sí un programa diario con tareas alcanzables a llevar a cabo. Por ejemplo, dividir el día en meditación matutina, ducha, desayuno, tareas de la oficina y el trabajo que puedes tachar de una lista de labores pendientes , una hora de descanso para comer, las últimas responsabilidades de la jornada, ejercicio por la tarde, cena, una serie y a dormir.

Salirse de la rutina de vez en cuando está bien, pero tener una establecida te ayudará a sentirte más centrado. Con los teléfonos inteligentes y las redes sociales, tenemos el mundo al alcance de nuestra mano, pero esto conlleva el peligro del doomscrolling , que la Universidad de Cambridge define como "pasar mucho tiempo mirando el teléfono o el ordenador y leyendo noticias malas o negativas".

El doomscrolling surge de la ansied ad, la incertidumbre y la sensación de que algo terrible va a ocurrir. Es esencial que te sorprendas a ti mismo en esta práctica y decidas dejar el teléfono a un lado. Es bueno ser empático con la situación de los demás, pero como te dicen antes de que despegue un avión, primero tienes que ponerte la máscara de oxígeno a ti mismo.

Practicar la gratitud por todas las cosas buenas de tu vida te enseñará invariablemente a mantener la calma en una situación caótica. Si te acostumbras a recordar lo bueno a tu alrededor , te resultará más fácil superar los días difíciles.

La mejor manera de hacerlo es usando un diario en el que anotes todo aquello por lo que estás agradecido y merece la pena conservar.

Aunque la mera idea de practicar ejercicio pueda parecerte monótona, se ha demostrado científicamente que estimula los sentidos y libera endorfinas que te harán sentirte feliz y tranquilo. No tienes que ir al gimnasio y empezar a levantar pesas; incluso un simple paseo de 45 minutos cada día hará maravillas por tu salud física y mental.

Reprimir las emociones no es sano. Cuando las mantienes encerradas durante mucho tiempo, estallan, de una forma u otra. Antes de sufrir un colapso total, intenta ponerte en contacto con alguien con quien te sientas seguro compartiendo tus problemas.

Puede ser un terapeuta titulado o incluso un familiar o amigo que forme parte de tu red de apoyo. A veces, lo único que necesitas para desahogarte y sentirte mejor es una simple llamada telefónica. Es natural reaccionar impulsivamente cuando estás bajo presión, pero esto a veces puede hacer que todo vaya de mal en peor.

Intenta tomar distancia de la situación, evalúala, sopesa todas las opciones y decántante por una decisión bien fundamentada sobre cómo quieres proceder, en lugar de precipitarte y responder emocionalmente. Responder de esta manera a una situación tensa te enseñará a mantener la calma en todas los demás que puedan venir después.

Este artículo se ha publicado originalmente en GQ India. Entrenamientos de tríceps con mancuernas para construir los brazos que mejor quedan con camiseta. Espalda recta : rutina de ejercicios de 10 minutos que puedes hacer para corregir tu postura.

By Nikora

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